La fotografía empezó en otras palabras, a integrarse en un sistema archivístico donde
la observación condujo al examen, a la catalogación, clasificación y almacenamiento de
datos, obtenidos de medidas y calculaciones precisas, extendiendo y combinando su
cualidad geométrica con otras ciencias, materializando su espacio bajo la forma de un
“gabinete” de archivo, de información o documentación